José Piñeiro, integrante del Comité de Evaluación del Seguimiento y Aplicación de la Convención contra la Tortura se refirió a la situación edilicia de las cárceles de Ushuaia, así como el hacinamiento que padecen las personas que se encuentran detenidas en la capital fueguina.
Hace algunos días la justicia provincial, en el marco de la causa caratulada como “Comité de Evaluación del Seguimiento y Aplicación de la Convención contra la Tortura S/ Habeas Corpus de Incidencia Colectiva”, resolvió hacer lugar de manera “parcial” en relación a “determinación de condiciones de hacinamiento; condiciones de seguridad de infraestructura eléctrica, ventilación, y mobiliarios”.
En el fallo, el juez Manuel Isidoro López, Juez de Ejecución del Distrito Judicial Sur confirmó la grave situación de hacinamiento en la Alcaidía Central de la ciudad de Ushuaia, planteando que “resulta indiscutible” que se trata de “un gran problema a resolver”, puesto que se encuentra ampliamente sobrepoblada, “y los internos tanto condenados como los que se encuentran de manera preventiva allí alojados, están hacinados y obligados a vivir en condiciones de hacinamiento, durmiendo en el piso en los sectores comunes y de pasillos”.
En contacto con el programa radial “el delivery”, Piñeiro anunció que la semana que viene se reunirá el Comité, por lo que seguramente allí se debatirá si se apela o no el fallo dictado recientemente por el juez de Ejecución de Ushuaia.
Asimismo, expuso algunas críticas al fallo de López ya que la situación de hacinamiento es “preocupante” y por eso resulta poco comprensible que el magistrado haya rechazado establecer un cupo máximo para la Alcaidía.
El magistrado rechazó cualquier posibilidad de riesgo de derrumbe y el establecimiento de cupos, y propuso en cambio la reubicación de las personas detenidas de manera paulatina.
Además, el integrante del Comité manifestó que en el fallo se exhortó a los tres poderes del Estado a trabajar en conjunto para resolver esta situación. “Si algo desconocían ahora la conocen y muy bien”, opinó.
José Piñeiro desde 1998 se desempeña como docente en las unidades carcelarias de Río Grande. Asegura que “lo que vi en Ushuaia no lo había visto nunca, 7 personas durmiendo en una celda que es para 2. Es impresionante y eso empeoró y sigue habiendo gente durmiendo en el piso o sobre algunas mesas”.
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