Se necesitan medidas extremas para evitar un desastre climático
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- 6 abr 2022
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Según el último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, la humanidad probablemente no evitará que la Tierra se caliente 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, que es el límite establecido por el acuerdo climático de París en 2015 y por encima del cual aumentan las posibilidades de que se produzcan fenómenos meteorológicos extremos y el colapso de los ecosistemas.
Sin embargo, una acción agresiva para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero y extraer carbono de la atmósfera podría limitar el aumento y hacer que las temperaturas vuelvan a bajar, pero la ventana se está cerrando rápidamente y, con ella, la oportunidad de prevenir los peores impactos del calentamiento global.
El informe, de aproximadamente 2900 páginas y compilado por cientos de científicos de 65 países, es la tercera —y última— entrega de la sexta evaluación climática del IPCC. Mientras que el anterior (en este link) analizaba los impactos del cambio climático en las personas y los ecosistemas, este se centra en las opciones para frenar las emisiones y mitigar los impactos del calentamiento global.
Algunos de los puntos claves a destacar son que:
Es una de las advertencias más estrictas del IPCC: el tiempo casi se ha acabado.
Las estimaciones sugieren que las emisiones globales deben alcanzar su pico, a más tardar, en 2025 y luego disminuir rápidamente para que el mundo tenga un 50% de posibilidades de limitar el calentamiento a 1,5 °C. En otras palabras, las emisiones de carbono de todo lo que hacemos, compramos, usamos o comemos deben alcanzar su punto máximo en 2025 y caer rápidamente después de eso, alcanzando el cero neto a mediados de este siglo. Dadas las políticas actuales, algunos científicos estiman que el mundo va camino de un aumento de casi 3°C por encima de los niveles preindustriales.
Los próximos años son críticos, dicen los investigadores, porque si las emisiones no se reducen para 2030, será casi imposible limitar el calentamiento a finales de este siglo.
Aunque las emisiones continúan aumentando, hay señales de que algunos esfuerzos de mitigación han tenido impacto.
El precio de las tecnologías de energía renovable, como las turbinas eólicas, los paneles solares y las baterías, se está desplomando (su costo se redujo en alrededor de un 85 % durante la última década) y la economía mundial se está volviendo más limpia.
Limitar el calentamiento global requerirá una reducción sustancial en el uso de los combustibles fósiles.
Las nuevas infraestructuras de combustibles fósiles previstas actualmente harían que el mundo superara el umbral de 1,5 °C. Entonces, todos los sectores de la economía mundial, desde la energía y el transporte hasta los edificios y la alimentación, deberán modificarse drásticamente.
Será necesario cambiar las dietas y los estilos de vida, con un gran margen para importantes ahorros de carbono, explican los autores. Y también se necesitarán nuevas tecnologías, como el combustible de hidrógeno y la absorción de carbono mediante la expansión de los bosques y la mejora de las prácticas agrícolas, o mediante una variedad de tecnologías que pueden capturar las emisiones de carbono de fuentes industriales o directamente de la atmósfera.
"Contar con las políticas, la infraestructura y la tecnología adecuadas para permitir cambios en nuestro estilo de vida y comportamiento puede resultar en una reducción del 40-70 % en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. Esto ofrece un potencial significativo sin explotar", dijo el copresidente del IPCC, Priyadarshi Shukla. "La evidencia también muestra que estos cambios en el estilo de vida pueden mejorar nuestra salud y bienestar".
El beneficio económico de limitar el calentamiento es mayor que las inversiones requeridas.
La mayoría de las investigaciones sugieren que los beneficios económicos de limitar el calentamiento, incluida la mejora de la salud y la reducción de los daños climáticos, superan el costo de la mitigación.
Para reducir las emisiones y adaptarse a los impactos de la crisis climática, los países de bajos ingresos necesitarán ayuda financiera de las naciones más ricas.
Los países que emitieron las cantidades más bajas de gases de efecto invernadero son las más afectadas por el cambio climático: los 88 países que componen los grupos de Países Menos Desarrollados y Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, según la clasificación de la ONU, son colectivamente responsables de menos del 1% de emisiones históricas de carbono.
"El IPCC nos dice que tenemos el conocimiento y la tecnología para hacer esto", dijo Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en la conferencia de prensa para la publicación del informe. "Pero una mayor acción debe comenzar este año, no el próximo; este mes, no el próximo mes; y de hecho hoy, no mañana".
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